Artesanías Wixarika - 63000 Tepic

Personas jícara y personas flecha

La investigación sobre los wixaritari en un principio se enfoco en temas de organización comunitaria y ritual. Enfatizaba la interrelación entre lo simbólico y lo social. Como ha sucedido en otras investigaciones con los pueblos amerindios, de inicio resulta imposible separar los diferentes ámbitos. Y al poco tiempo descubrí lo inevitable: que entre los huicholes no existe la noción de lo inmaterial, toda su cultura es material.

Los objetos implicados en su vida se pueden estudiar por sus relaciones, existe un vínculo estrecho entre algunos de ellos y ciertas personas, que se identifican con objetos particulares en tanto que estos objetos son concebidos entre los huicholes como personas. En el mundo wixarika, existen personas-jícara y personas-flecha. ¿A qué se refieren estas denominaciones? Uno nace jícara (xukuri, en plural xucurite), o de una jícara, y eventualmente uno termina de nacer y deviene flecha (iri, en plural irite). Pensar estas identificaciones es un reto, pues la relación entre jícaras y flechas es complicada.No se trata solo de una progresión. Ser flecha o jícara implica diferentes modos de ver el mundo y el entorno.

Por su complejidad y dinamismo, la documentación de los rituales huicholes es un desafío y uno se pierde facilmente en los detalles. Para estudiarlos es necesario enfocarse en los elementos mas recurrentes de las ceremonias o en secuencias rituales, relativamente fijas, que aparecen en contextos diversos, aunque siempre en distintas combinaciones, una de las constelaciones que emergen del aparente caos material etnográfico es la llamada ofrenda de flechas y jícaras que, según Daniele Dehouve (2007) debería llamarse deposito ritual, sin duda un término más adecuado para este conjunto.

El mundo Huichol, esta dividido en tres universos: el de la mitología, el huichol sostiene que la vida empezó en el océano; el referente al maíz, donde se desarrolla la vida cotidiana y las tradiciones huicholes y el que tiene que ver con el misticismo, el cual revela el mundo huichol y el arte huichol de sus rituales que los distingue y les dan identidad como comunidad Huichol.

Hasta hace algunas decadas la recolección de las piezas era una tarea relativamente sencilla, pues una vez depositados, los objetos votivos perdían la importancia ritual para sus donadores. fué así como etnografos como Carl S. Lumholz (1851 - 1921) y Konrad Tehodore Preus (1869 - 1938) los documentaron a partir de las muestas que recogín in situ. Hoy día esto ya no es tan facil. Acosados por el turismo los huicholes ya no toleran que antropologos y colecciones se apropien de las ofrendas. Sin embargo el tema sigue siendo uno de los menos complicados para la etnografía. Y es que, acostumbrados a dar explicaciones a los compradores de artesanía, muchos huicholes no tienen inconveniente en revelar ciertos significados de sus piezas, ademas que, durante la segunda mitad del siglo XX desarrollaron diferentes generos de artesanía a partir de los modelos recurrentes de los rituales.

Muchas veces los antropologos son invitados a participar en la elaboración de objetos votivos, para su entrega en lugares sagrados distantes, amigos visitantes con vehículos motorizados son cordialmente requeridos para ofrecer un raite. De esta manera el conocimiento de los antropologos en torno a este ambito ha sido adquirido en la praxis.

El complejo ritual relacionado con la ofrenda de flechas y jícaras es un buen ejemplo para ilustrar la continuidad cultural en el Gran Nayar. Si bien se perdieron aspectos importantes del culto, entre ellos la veneracion de momias o sacrificios, las piezas rituales que se mencionan en las fuentes coloniales y del siglo XIX se parecen mucho a las actuales

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