Asociación de Industriales de El Salto - 44538 Guadalajara

Antecedente: 

El Salto, Jalisco; nace como municipio en el año de 1943, la primer referencia industrial se remonta a 1896, con el inicio de la construcción de la fábrica de hilados y tejidos de algodón con capital francés a la que se le denominó “Compañía Industrial Manufacturera, S.A.”, con aproximadamente 1,650 obreros.

ORIGEN DE LA REPRESENTACIÓN INDUSTRIAL

Con el propósito de representar los intereses de la planta productiva de El Salto, Jalisco, uno de los principales polos de desarrollo industrial, de vanguardia internacional en México se creó la Asociación de Industriales de El Salto A.C. (AISAC), el 29 de julio de 1982 en el ahora segundo corredor industrial más importante del país.

La planta productiva integrada ahora por más de 80 empresas de talla  nacional e internacional de diversos giros industriales con una fuerza laboral, representada por 59 mil personas entre profesionistas, técnicos especializados y obreros calificados,  son el resultado de una nueva cultura industrial que se gestó hace casi cuatro décadas con trabajo en equipo, lidereado por la AISAC entre empresas, gobierno, instituciones educativas y la sociedad.

El rápido desarrollo urbano y las políticas públicas de aperturas de mercados de aquella época dieron lugar al crecimiento exponencial del sector empresarial en El Salto, Jalisco, que se originó de la necesidad de descentralizar la industria de Guadalajara para atraer y mantener las inversiones, consolidándose dentro de la industria manufacturera con más del 75 por ciento del personal ocupado, generado talento humano calificado y creando una nueva cultura industrial sustentada en la capacitación constante, la certificación de procesos de seguridad, calidad y excelencia operativa, así como en sistemas de justo a tiempo para enfrentar los retos de la globalización, la productividad y la competitividad.

Las nuevas tecnologías como la interactividad e interconexión, robótica, análisis de datos e inteligencia artificial, además de imponer nuevos retos para las empresas,  no sólo han cambiado la forma de fabricar y de comercializar productos y servicios, los patrones de comportamiento del consumidor se han transformado realizado compras más pensadas y en volúmenes familiares para respetar la sana distancia, de acuerdo a la nueva normalidad del Siglo XXI.