Campamento Ecoturìstico Ya Toch Barum - 29952 Ocosingo

La experiencia en este lugar fue muy buena, ya que cumple con lo básico de llegar a descansar y adentrarte en los sonidos espectaculares de la selva, aquí básicamente tienes q estar en los cuarto con baño propio ya q son los q están limpios, la atención es buena y la comida también es buena, no es lo típico de la selva pero si cumple su funcion, el recorrido q nos dieron al dia siguiente fue de lo mejor, si tienes oportunidad de darte una escapada de la rutina no lo dudes te divertidas.

Contratamos un tour de 3 días en San Cristóbal de las casas que incluía una noche en este campamento y una caminata al día siguiente por la selva Lacandona. El trato del personal del restaurante pésimo, la comida mal y escasa. Además, las consumiciones extras las cobran a precio de oro, incluso tienes que pagar por la wifi(por horas) Destacar los motivos por los que si merece la pena hacer parada en este sitio....nuestro guía Rigoberto hizo una ruta espectacular por la selva, explicándonos todo tipo de árboles y animales, encantador el chico.

Es una experiencia muy agradable. Si buscas las mismas comodidades que en tu casa, mejor no vayas, pero toma en cuenta que estás yendo a la selva a una comunidad de lacandones, no hay internet en los cuartos, televisión, ni aire acondicionado, si puedes prescindir de ello, adelante. Las habitaciones son cómodas pero austeras. La gente del lugar es muy amable y servicial en todas las instalaciones. Es básicamente irte a adentrar a la naturaleza a disfrutar de los paisajes, hay cascadas muy bonitas y el río donde puedes meterte a nadar, la vegetación de la selva y una ciudad perdida de los mayas. Nos gustó mucho el recorrido guiado por Rigoberto, sabe mucho y hace ameno el rato. Sí volveríamos para hacer rafting. Como sugerencia les diría que fueran un poco más flexibles con el menú.

Es un lugar con paisajes preciosos, las habitaciones tienen lo suficiente para descansar y estan bien, la comida mala y escasa. El verdadero problema es la gente que habita en este lugar, ya que tuvimos que presenciar como el hijo de la tienda de abarrores ''Yuritzi" y el de el restaurante donde dan las comidas apaleaban y perseguian a los perros (que estaban famelicos) solo por acercarse a buscar algo de comida en la basura. Intentamos frenar esta penosa situacion pero parece ser que alli es algo normal.. Fue una experiencia horrible ver asi a los perros, realmente no pude disfrutar de las vacaciones por este motivo, ya que fue muy duro y perturbador. No lo recomiendo en absoluto, sobretodo si eres una persona que aprecia a los animales. Ojala alguien pueda algun dia solucionar esta situacion, sobre todo porque ellos se venden como turismo ecologico y de respeto a la naturaleza, cosa que no pude ver en ningun momento.Esta gente no merece ni un peso, por lo menos de mi bolsillo.

CUIDADO MALTRATO ANIMAL. No pongo en duda y respeto la cultura de cada lugar, pero creo que la buena educación es un valor universal (Algo que desafortunadamente escaseaba en este lugar). La comida para los huéspedes pésima y escasa (a ellos, por el contrario, no parecía faltarles de nada). Presumen de ser ecológicos y de respetar la fauna, pero vimos como varios perros famélicos eran apaleados mientras “cenábamos”. A nadie pareció sorprenderle y tampoco hicieron nada para detenerlo. El hotel precioso, las habitaciones muy bien y el paseo por la selva genial, pero si no te gusta ver sufrir a animales y pasar hambre, no recomiendo a nadie esta experiencia. PD: El 80% de los perros y los gatos que vimos habían parido hace escasas semanas y no vimos ni un solo cachorro. Muy raro todo.