Canchas chanchas - 09200 Ciudad de México

Por las mañanas es un sitio completamente desierto, salvo por uno que otro teporocho que despertó ahí en medio de los orines de sus contemporáneos y botellas vacías (o llenas de meados) de Tonayan. Por las tardes los ancianos suelen jugar a una especie de voleibol tan, pero tan lento que impide que se les vaya a romper la cadera por la osteoporosis o también puedes encontrar a uno que otro entrenador frustrado que imparte clases de fucho a todos los morritos que sueñan con convertirse en Cristiano Ronaldo, pero a lo mucho que llegarán es a ser futbolistas panzones de futbol llanero atrás de la compañía de luz o en las canchas del tianguis. Ya por la noche es un nido de ninis marihuanos que suelen estar ahí colocándose y perdiendo el tiempo con todos sus compinches viciando el aire a marihuana, con las italikas (seguramente con reporte de robo) y con sus iPhone X (probablemente también robados porque si apenas les alcanza para un churro de hierba barata, dudo mucho que puedan ir al iShop a adquirir un celular de ese calibre) escuchando reggaetón a todo lo que da. Es un lugar donde puedes ver que tan bajo puede caer un ser humano ya sea de niño (por lo niñitos piojosos que pululan por ahí), de joven (por los nini-drogos), de adulto (por los entrenadores frustrados que pudieron haber estado en la selección mexicana pero se chingaron los meniscos) o de anciano (por los pensionados del IMSS que van a convivir ahí mientras esperan las migas del mes siguiente). Así es, damas y caballeros, decadencia de la cuna a la tumba...