El Capulin - MEX 10

Delicia de lugar y calidad el mejor restaurante en los alrededores del volcán, no tuve oportunidad de tomar una foto a la comida, pero el conejo en adobo y la carne de cerdo en Chile verde con hongos son de receta, buen sazón todo muy rico, muy rústico, muy casero, trato al cliente excelente, sus licores también son muy buenos, lugar 100% recomendable

Un lugar acogedor, que al entrar te encanta con su toque cálido a bosque, el olor a comida único y un suculiento sabor de su gastronomía del estado de Toluca. El lugar está pasando la entrada al volcán como a 20 minutos más adelante. Es la primera cabañita de comida que se ve. No se arrepentirán. Quedamos encantados con el lugar.

¡Genial comida campestre desde un delicioso venado, pasando por su exquisitez en quesos y no se diga de sus panes (rompope, elote, frambuesa entre otros)! ¡Y el trato es tan genial que te sientes en casa! ¡Tan recomendable para ir al menos una vez en tu vida!

Conozco el lugar desde 1990 y siempre ha sido muy buena la comida y el ambiente familiar, sobre todo junto al fogón. El mixiote es mi favorito

Fabuloso lugar para probar los exquisitos platillos como venado, carnero, trucha, pato, etc con un exquisito sabor!!

El lugar es agradable pero la comida está muy sin chiste, la salsa si es muy rica y las tortillas a mano, deliciosas.

Desde la entrada son amables y cálidos, con día frío nos ofrecieron una deliciosa mesa cerca de la cocina de leña lo que acentúa más la sensación de que estás entrando a la casa de alguien que es un gran anfitrión Nos reciben con salsa "molcajeteada", tortillas y "doraditas" a mano, frijoles, queso y crema para ir abriendo el apetito. El conejo en adobo es perfecto, gran sabor y todos los matices correctos y en su lugar, la cecina acompañada de frijoles viene sellada con la estufa arrebatada lo que le da un toque dorado pero que conserva los jugos naturales de la carne, delicioso. El venado merece mención especial, vale muchísimo la pena. Los platos siguen llegando a la mesa y todo es correcto y delicioso. El servicio es ágil y amable, esmerado y presto para satisfacer las peticiones de los comensales y uno que otro capricho. Comida típica mexiquense brutalmente honesta, sin pretenciones, hecha con gran sazón y con cariño. Regresaremos con los niños que seguramente disfrutarán la comida, el hermoso paisaje y los brincolines que tienen afuera. La experiencia gastronómica justifica el viaje hasta el Capulín solo para comer.

el camino para llegar a este lugar es hermoso, lo que probamos: cerdo en salsa verde con setas y quesadillas de tinga, champiñones, huitlacoche el sabor normal, nada delicioso o extraordinario. El queso, crema, tostadas y tortillas muy rico.