Farmacia San Pablo Rojo Gómez - 09000 Ciudad de México

Sólo una caja para pagar lo de Farmacia y el laboratorio, aparte según sin servicio para facturar

La farmacia está bien surtida y organizada, pero hasta ahí, la atención deja mucho que desear y el custodio es bien desagradable, no tiene las habilidades necesarias para tratar al público, deberían tener a una persona agradable que sepa tratar a los clientes. En mi caso particular no regreso, al menos no a esta sucursal.

Pesima atención tardan mucho y además te sacan a que su amor sea de 42 personas y fueran 14 personas ya con empleados.

Muy buena atención por parte del enfermero y el doctor van dos veces que acudo a consulta, me han explicado mi padecimiento y me dieron consejos, muy bien por la consulta general, no atienden urgencias cómo suturas, lo malo son los demás pacientes que no respetan y son groseros, a pesar de que hay gente antes que ellos quieren que los atiendan rápido y son groseros con el personal, mal por la gente que no sabe respetar el trabajo de los que se encargan de cuidarnos.

La farmacia todo bien son muy amables y el lugar muy limpio al contrario de la persona que esta en recepción en consultorio ya que es muy grosera y no da información clara tal pareciera que le vas a pedir caridad o algo parecido realmente pediría que la empresa checara esa situación para beneficio de todos.

Me parece INCREÍBLE que tengan gente tan GROSERA, DÉSPOTA Y CERO EMPÁTICA atendiendo a personas que solicitan asistencia médica. Fui hace una semana a solicitar que me inyectaran por COVID, igualmente necesitaba una prueba para mi esposa, como era de esperarse, ambas nos sentíamos pésimo, esperé por nuestro turno cerca de 40 minutos afuera del consultorio, 20 mientras limpiaban y otros 20 en lo que la ENFERMERA DEL TURNO DE LA TARDE daba vueltas hacia dentro del consultorio y hacia afuera. Cuando le hablaba me ignoraba, se daba la vuelta y me dejaba hablando sola, al final pasó a 2 personas que habían llegado por lo menos 20 minutos después de mí mientras a mí me tenía rogándole por que me diera un código para pagar mi inyección, al final solo me dio el código para la prueba de mi esposa y a mí me cerró la puerta en la cara cuando le pregunté nuevamente por la inyección. Ya desesperada fui a pagar la prueba y les expliqué al personal de la farmacia la situación y no fue sino hasta que fue la encargada de la farmacia a pedirle que me diera el código para pagar la inyección. Finalmente me lo llevó y la pagué, ella me explicó que la farmacia y el consultorio tienen gerentes distintos. Total que llegamos primero, esperamos hora y media para que la señora, sin motivo pasara a 2 pruebas y 2 consultas antes de la prueba de mi esposa y la inyección y yo con COVID ahí con todos. Finalmente la misma enfermera me hizo la CARIDAD de pararme en un cuarto de escobas diminuto a inyectarme parada en una esquina con cero tacto. No es posible este tipo de "atención". NI AUNQUE FUERA UN SERVICIO GRATUITO, TIENEN DERECHO A TRATAR A LOS ENFERMOS CON LA ARROGANCIA Y POCA HUMANIDAD CON LA QUE ME TRATARON AQUÍ AL PUNTO DE IRME LLORANDO A CASA. A ver si ponen ATENCIÓN en la gente que contratan para dar la atención al público.

Me atendió muy amble el encargado de la noche, pero me salió con que no había el medicamento que estaba buscando y por el cual me recomendaron acudir de la sucursal de Plutarco. Está muy mal que el sistema no se actualice correctamente y que le hagan dar a uno vuelta en vano por algo que es necesario conseguir.

La verdad vino para mejorar algo la zona, esta bien iluminada, cuenta con estacionamiento y ya hacia falta una en el cuadrante. A veces si le falta algo de personal, los que están tratan de dar la mejor atención aunque no siempre lo logran y como en todas las farmacias siempre hay alguien que atiende de cara. Aquí hasta el policía es amable. Me falta probar el consultorio, pero como hay uno de farmacias similares a unos pasos la gente lo prefiere.