GIFFA banquets and social events - 04100 Ciudad de México

Excelente atención de los empleados de ahí, los meseros siempre tan atentos & muy amables muy bonita la recepción.

Jardin berlin en la calle berlin de la colonia coyoacan esta a unas cuadras del metro viveros y a unas de la av. Churubusco, el jardin lo ocupan para dar servicios de eventos sociales de lo que sea y es muy comodo, es sintetico el pasto con una carpa puedes ser atendido por los banquetes giffa que son los mismos del jardin o llevar tu propio banquete y ya nada mas pagas alquiler del lugar.

Es una verdadera lastima la ubicación del lugar y de seguro el costo no es barato, los baños son una porquería, están descompuestos .... Imaginen que fuimos más de 150 gentes y la entrada al baño se volvió una pesadilla, ojalá mejoren las instalaciones

El evento estuvo bien, pero el vallet parking a tres autos nos vació la cajuela, se llevaron llantas de refacción, gato y señales de seguridad incluyendo al coche de la anfitriona

El lugar es lindo con buenas opciones para los eventos. El único pero es la encargada de dar los informes. Es descortés y nunca envía la información que queda de enviar. Ojalá el dueño haga algo.

Excelente organización y muy bonito el lugar. Peeeeeero, los valets te exigen que les pagues el servicio aunque estacionan los carros en la calle y cómo no se los quisimos dejar al día siguiente y ya con la luz del día me dí cuenta que nos rayaron el carro.

Ayer fue mi segundo evento en este lugar y ayer sufrí mi segunda decepción. Las razones son largas de contar, pero mencionaré solo algunas para no abrumar. Para comenzar, al llegar al lugar a la hora convenida (3 p.m.), las puertas del jardín permanecían cerradas, sin que se diera información sobre las razones de ello. La concurrencia tuvo que esperar varios minutos antes de que abrieran, sobre una estrecha banqueta y obstruyendo el paso de los peatones que normalmente concurren en el área. La entrada fue bastante caótica porque las mesas no estaban claramente asignadas y una que otra discusión se suscitó entre comensales que reclamaban el derecho de usar tal o cual mesa, conflicto que se pudo haber evitado numerando con claridad cada una de ellas. Después de un muy largo hiato, la comida comenzó a servirse hasta las 5 de la tarde, con las decepciones usuales: una "crema" de "elote" a la cual reaccioné inicialmente con cierto entusiasmo, para luego decepcionarme al descubrir que lo que yo suponía que eran granos de elote no eran más que grumos de maizena insuficientemente disueltos; de guisado, pechuga, como siempre; y la ensalada, ninguna otra cosa que lechuga aderezada. Debe también señalarse que la bebida alcohólica no estaba incluida en el alto monto que pagamos por rentar este lugar, así que cada quien tuvo que llevar sus propios tragos. Nosotros (yo y una persona más) llevamos cervezas y una de las meseras nos ofreció refrigerarlas para que estuvieran a punto. Pero nosotros no contábamos con que eso implicaría el riesgo de que otras personas abusaran y robaran parte de nuestras bebidas, lo que en efecto ocurrió. Cuando reclamamos a la mesera en cuestión, simplemente hizo la vista gorda como si ella no tuviera ninguna responsabilidad en lo ocurrido. A eso hay que agregar que la gente del lugar (fundándose en no sé qué autoridad) prohíbe que la gente tenga la bebida que ella misma ha llevado en el centro de las mesas. ¿Con qué cara lo hacen si ellos no ofrecen la bebida y tampoco se hacen responsables al cien por ciento del manejo de la bebida que lleva la gente? Entonces, si llevaba un doce pack, mis únicas opciones era que ellos lo manejaran, con el riesgo de que me robaran, o tenerlo clandestinamente abajo del mantel de mi mesa para que nadie me dijera nada. Opté por la segunda opción. Para rematar, los meseros, a pesar de todo, exigen su propina, y no, no lo hacen al final del evento, sino que es lo primero que hacen, incluso antes de que hayan movido un dedo.

Atención v Clara y rápida, la respuesta vía telefónica es casi inmediata.