Hacienda La Patera - 07710 Ciudad de México

En esa cita, Don Juan de O´Donojú y Agustín de Iturbide ratificaron los Tratados de Córdoba. Éstos tratados son documentos en los que se ofrecía el trono de la Nueva España (México) a Fernando VII o a alguna persona de la Casa Real o en su defecto se nombraría una Junta Provisional cuyo presidente sería el mismo Iturbide. Por fortuna, los tratados ratificaron la Independencia de la Nueva España del Imperio Español.

Al día siguiente de la firma, se acordó que el Ejército Libertador avanzara desde la Tlaxpana por San Cosme, Puente de Alvarado, La Alameda, Mariscala, San Andrés y las calles de Tacuba hasta llegar al Palacio Virreinal, pero Iturbide desvió la columna con el fin de pasar frente al balcón de otra de las casas de María Ignacia, ubicada en la calle de La Profesa (ahora Francisco I. Madero), esto debido a que mantenían una relación amorosa; de hecho también se sabe que María Ignacia, mujer criolla, de gran belleza e inteligencia, fue amante de Simón Bolívar.

Por testamentos de 1819 y 1850, Doña María Ignacia Rodríguez de Velasco dejó como albacea y tenedor de sus bienes a su esposo, el licenciado Manuel de Elizalde, y como herederos universales a sus hijos. El licenciado Elizalde vendió la Hacienda La Patera al ex presidente de Guatemala, Mario Gálvez, el 27 de noviembre de 1860.

La última propietaria de la Hacienda, la señora Dolores Barrón de Forbes y Cía., la conservó hasta principios del siglo XX; posteriormente fue fraccionada para construir edificios multifamiliares, quedando parte del casco de La Hacienda La Patera.