Mariscos La Bocana - 62130 Cuernavaca

Un lugar pequeño con la cocina de mar bien hecha. Y tus bebidas favoritas. Hay promociones en comida y en tragos. Vale mucho la pena visitarlo. Se aceptan tarjetas.

El mejor lugar para comer a muy buen precio. Muy, muy recomendable. Gracias

Entiendo que el local es muy pequeño pero hace falta con urgencia una buena ventilación, el lugar es prácticamente cerrado y cuando preparan cosas con ajo APESTA todo el lugar, haciendo que sea muy incómodo. Las porciones son muy pequeñas y con poco sabor. Solo hay dos meseros para atender todas las mesas

Antes era bueno este lugar pero han bajado mucho la calidad de su servicio y cocina. Ojalá hagan algo al respecto.

La comida es rica con precios accesibles, sin embargo se tardan muchísimo en llevarte el pedido a la mesa, incluso las bebidas, hay desorganización porque los platillos de una misma mesa salen a destiempo y siempre hay errores en la cuenta. He ido tres veces, siempre es una espera larga, pero la última vez tardaron casi hora y media en llevar un cocktel y unos tacos. No volveré.

Nunca regresaría el pescado hechado a perder la salsa hecha al momentio agria no servía quieren bajar de peso vayan a la bocana , vine por mi buen amigo pago Boo de 96.5 pero es un fracaso están enfermando ala gente

El lugar es pequeño pero muy acogedor. El sabor de los platillos súper rico, además de que los precios son accesibles y cuenta con buenas promociones. Yo pedí una mojarra, camarones a la diabla y pescadillas, todo muy bien.

Odié este local, y no fue de a gratis. Tengo varias razones para ello: El local es pequeño. Tiene una parte interior y una terraza pequeña, con cuatro mesas con poco espacio entre ellas y junto al estacionamiento. En el interior, que también es muy estrecho, hace un calor horrible pues sólo cuenten con un abanico en el techo que estaba a muy baja velocidad. Además del calor, el humo de la cocina llena el lugar junto con los olores del aceite y ajo y se vuelve casi imposible tolerarlo. Pero esto no es lo peor, llegamos con mucha hambre y la mesera que nos atendió lo hacía de mala gana y de forma grosera. Pedimos la comida y nos percatamos de que primero le sirvieron a tres mesas que habían llegado después que a nosotros. Le dijimos a la mesera mal humodienta qué pasaba y ella nos respondió que, como habíamos pedido los camarones pelados eso se llevaba más tiempo. No pudo escoger peor pretexto. Cuando ya nos sirvieron el platillo era de lo más desangelado. Como pedimos la promoción de dos ordenes de camarones por menor precio, la calidad también era menor. Camarones pequeños, con un poco de lechuga y zanahoria que, por cierto, me generaron indigestión el resto del día. Si querías tu vaso escarchado con sal para la bebida, te cobraban diez pesos más como cualquier cosa experta que pidas. La salsa de los camarones a la diabla es tan picosa que es imposible de comer. Antes de irnos hablé con la segunda mesera que era un poco más eficiente que la otra y le dije que le comentara a la encargada que iba a escribir mi reseña contando todo lo que había pasado. Ella me dijo: “cero estrellas, pésimo lugar.” Le respondí: exactamente. Ella nos pidió disculpas sinceras y nos comentó que la otra chica era nueva y sin experiencia. Le comenté que, además de eso, era grosera o, por lo menos, atendía sin un mínimo de cortesía y que no pensábamos volver jamás. Lo que más me extrañó es que, con tan mal servicio y baja calidad, el lugar el lugar tuviera bastante gente. Yo creo que hay personas que suelen ser menos exigentes que yo y no les importa ni la calidad del servicio ni la amabilidad del personal. Por cierto, este restaurante está dentro de Plaza Norte sobre Calzada de los Reyes, para que se mantengan lo más lejos y protegidos de ahí.