Quimica Artesana Sa De Cv - 37450 León

“La Revolución Industrial fue otro de aquellos extraordinarios saltos hacia adelante en la historia de la civilización” — Stephen Gardiner.

En los albores de la Segunda Revolución Industrial, el químico y filántropo belga, Ernest Solvay (1838-1922), patentó en 1861 un proceso para sintetizar carbonato de sodio (soda ash) a partir de una salmuera (solución de cloruro de sodio) con la piedra caliza (carbonato de calcio). Este proceso, que actualmente se le conoce como Solvay, sustituyó al antiguo proceso Leblanc que se usaba desde finales del siglo XVIII — y el cual demandaba grandes cantidades de ácido sulfúrico.

La Revolución Industrial trajo consigo un rápido crecimiento de la población y los centros urbanos, la sociedad se volvió cada vez más compleja y tecnificada a la par de los avances científicos de inicios del siglo XX. Para 1910, el Grupo Solvay contaba ya con varias plantas en más de una decena de países en Europa y los Estados Unidos, además se fundaron varios institutos y universidades en su país natal.

En 1911, Ernest Solvay, reunió en Bruselas, Bélgica, a las mentes más brillantes de la época para impulsar una serie de conferencias científicas y que más tarde se conocerían como los congresos Solvay — estos impulsaron el renacimiento de la mecánica cuántica como una nueva rama de la Física. Ernest Solvay reconoció al potencial humano como una fuerza creadora de cambio para la sociedad y mencionó que “no hay límites para lo que la ciencia puede explorar”.

Con el crecimiento exponencial en la demanda mundial de vidrio — principal mercado para el carbonato de sodio, Grupo Solvay expandió sus negocios para complementar un clúster por lo que en 1991 adquirió las plantas de carbonato de bario y estroncio en México, Italia y Alemania — El estroncio y bario son muy utilizados en la fabricación de vidrio para cinescopios de computadoras y televisores.

El proceso para la obtención de carbonato de estroncio y bario parte de un mineral base de celestita (sulfato de estroncio) y/o barita (sulfato de bario) con el carbonato de sodio denso (soda ash) — mismo que suministran las plantas de Solvay. La síntesis de estas sales de bario y estroncio derivan, además, en efluentes de sulfuro y sulfhidrato de sodio — estos se solidifican a través de un proceso de cristalización.

La planta en México se ubica en el corredor industrial de García, N.L.

La creciente demanda de sulfuro y sulfhidrato para los procesos de ribera en el curtido de pieles, así como los de lixiviación de metales pesados para minería y colorantes textiles formaron un estrecho vínculo entre Solvay y estos nuevos segmentos de mercado. En 1994 se decide tener un acercamiento más personalizado con sus clientes por lo que nace, bajo encomienda, Química Artesana, S.A. de C.V. (Quimartsa) como su brazo y representante exclusivo — fundada por nuestro director general y responsable de las ventas nacionales de Solvay Monterrey, Ing. Gilberto J. Garza, y con el único objetivo de expandir los negocios para la región Centro-Occidente de México. Para 1996 Solvay Monterrey tenía ya el 100% del mercado nacional.