Templo Nuestra Señora María Reina - 72574 Puebla

4.5/5 based on 8 reviews

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Address :

Esquina Pórfido, Desértico B, Lomas del Mármol, 72574 Puebla, Pue., Mexico

Categories :
City : Pue.

Esquina Pórfido, Desértico B, Lomas del Mármol, 72574 Puebla, Pue., Mexico
T
Trixie Queen on Google

Es bonita y muy grande
It's pretty and very big
J
Jorge Rame on Google

Es un templo excelente, muy bien acondicionado y con área de osariod
It is an excellent temple, very well conditioned and with osariod area
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jhona Merol on Google

Es un lugar excelente para visitar y tener un recorrido ameno
It is an excellent place to visit and have a pleasant tour
V
Victor Hugo Rubio Garcia on Google

Porque es agradable y tranquilo y se ubica en ambiente sereno
Because it is nice and quiet and is located in a serene environment
E
Edgar de Jesús Abdalá Arteaga on Google

Hermoso y cuidado! Muy bella misa!
Beautiful and cared for! Very beautiful mass!
Y
Yocelyn Castañeda on Google

Es una iglesia muy bonita, siempre bien limpia y los padres que ofician son muy buenos y sus sermones son muy adecuados
It is a very beautiful church, always very clean and the fathers who officiate are very good and their sermons are very adequate.
M
Mauricio Avelino on Google

Bonita, segura y siempre hay lugar para escuchar misa de 11am los domingos
Beautiful, safe and there is always a place to hear mass from 11am on Sundays
J
Jose Alfredo Perez Galicia on Google

La Virgen María, Estrella de la Nueva Evangelización En la Carta Apostólica de Clausura del Año Jubilar "Novo Millennio Ineunte" (Al comienzo del Nuevo Milenio), Su Santidad, Juan Pablo II, nos dice en sus primeras líneas, que después de haber vivido la experiencia tan intensa de gracia y misericordia, que fue el Año Jubilar, hoy resuenan en nuestros corazones las palabras de Jesús con que invita al apóstol Pedro a: "Remar mar adentro" para pescar. Pedro y los demás apóstoles confiaron en la palabra de Cristo y echaron las redes. "Y habiéndolo hecho, recogieron una cantidad enorme de peces." (Luc 5,4) El Santo Padre nos dijo repetidamente que el Año Jubilar fue de abundante gracia, misericordia y salvación. "Cristo ha abierto su Corazón de par en par para derramar abundantemente gracias de salvación sobre toda la Iglesia y la humanidad". Y en la carta Apostólica nos revela claramente su sentir: "Es imposible medir la efusión de gracia, que a lo largo del año, ha tocado las conciencias. Ciertamente un río de agua viva , aquel que brota constantemente del Cordero, se ha derramado sobre la Iglesia. Es el agua del Espíritu Santo que apaga la sed y renueva... Por eso siento el deber de dirigirme a ustedes. Lo ocurrido exige ser considerado y, en cierto sentido interpretado, para escuchar lo que el Espíritu, a lo largo de este año tan intenso, ha dicho y dice a la Iglesia." Sí, lo ocurrido exige de cada uno de nosotros un tiempo de profunda oración y seria reflexión para considerar lo que el Espíritu Santo nos está diciendo después de haberse derramado de forma particular y tan copiosamente en el Año Jubilar. )Qué le ha dicho y dice el Espíritu Santo a la Iglesia al comenzar este milenio? ¡"remar mar adentro"! ¡Ha llegado la hora de tirar las redes y recoger una cantidad grande de peces! Sobre la Iglesia se ha derramado un río de agua viva, y esta agua, cuando baña, limpia y sanea la inmundicia, y tiene una fuerza vivificadora que hace que todo lo que es tocado por ella, fecunde. ¿No es esta acaso la profecía de Ezequiel 34, 8-12? "El agua que salía de debajo del lado derecho del Templo, desemboca en el agua hedionda, y el agua queda saneada. Por donde quiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Los peces serán muy abundantes, porque allí donde penetra esta agua lo sanea todo, y la vida prospera en todas partes adonde llega el torrente. A sus orillas vendrán los pescadores, se tenderán las redes. Los peces serán muy numerosos. A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda clase de árboles frutales cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán". El Corazón de Jesús se abrió de par en par. La gracia ya ha sido derramada, ahora, solo queda cooperar activa y responsablemente en la transformación de nuestros corazones para una vida auténtica de santidad y para lanzarnos con generosidad y ardor en la misión. Considero que los remos con que la barca de la Iglesia, se va a lanzar mar a dentro para recoger la pesca milagrosa, serán la Santidad y la Misión. Ambos moviéndose armónicamente para llevar la barca mar adentro... Ambos capacitando a la Iglesia, para brillar en el mundo, como antorcha de fe, esperanza y caridad... Ambos abriendo caminos nuevos por los cuales la Iglesia va al encuentro de los hombres, de sus corazones inquietos y muchas veces tan desorientados, de sus necesidades, de sus anhelos y luchas, de sus inquietudes y miedos. Ambos remos deben dirigir la barca de la Iglesia del Tercer Milenio con seguridad, determinación y prontitud en medio de las grandes olas que la amenazan, pero guiada con seguridad al puerto del designio de Dios por la Estrella luminosa que es la Stma Virgen. Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo. "Hemos visto un río de agua viva derramarse sobre la Iglesia" (SS JPII) Se ha derramado el Espíritu Santo como
The Virgin Mary, Star of the New Evangelization In the Apostolic Letter of Closing of the Jubilee Year "Novo Millennio Ineunte" (At the beginning of the New Millennium), His Holiness, John Paul II, tells us in his first lines, that after having lived the intense experience of grace and mercy, which was the Jubilee Year, today the words of Jesus resound in our hearts with which he invites the apostle Peter to: "Paddle out to sea" to fish. Peter and the other apostles trusted the word of Christ and cast their nets. "And having done so, they collected an enormous amount of fish." (Luc 5.4) The Holy Father repeatedly told us that the Jubilee Year was one of abundant grace, mercy, and salvation. "Christ has opened his Heart wide to pour abundantly graces of salvation on the whole Church and humanity." And in the Apostolic Letter he clearly reveals his feelings: "It is impossible to measure the outpouring of grace, which throughout the year has touched consciences. Certainly a river of living water, the one that constantly flows from the Lamb, has poured out on the Church. It is the water of the Holy Spirit that quenches thirst and renews ... That is why I feel the duty to address you. What happened requires being considered and, in a certain sense, interpreted, to listen to what the Spirit, throughout of this intense year, he has said and says to the Church. " Yes, what happened requires each one of us a time of deep prayer and serious reflection to consider what the Holy Spirit is saying to us after having poured out in a particular and so abundant way in the Jubilee Year. What has the Holy Spirit said and does the Church say at the beginning of this millennium? "Paddling out to sea"! The time has come to drop the nets and collect a large quantity of fish! Over the Church a river of living water has been spilled, and this water, when it bathes, cleans and heals the filth, and has a life-giving force that makes everything that is touched by it, fertilize. Is this not the prophecy of Ezekiel 34, 8-12? "The water that came out from under the right side of the Temple, empties into the stinking water, and the water is sanitized. Wherever the torrent passes, every living being that moves in it will live. The fish will be very abundant, because Where this water penetrates it cleanses everything, and life prospers everywhere the torrent reaches. The fishermen will come to its banks, the nets will spread. The fish will be very numerous. On the banks of the torrent, on either side, all kinds of fruit trees will grow whose foliage will not wither and whose fruits will not run out. " The Heart of Jesus was opened wide. Grace has already been poured out, now, it only remains to cooperate actively and responsibly in transforming our hearts for an authentic life of holiness and to launch ourselves with generosity and ardor in the mission. I believe that the oars with which the Church's boat is going to launch into the sea to collect the miraculous catch, will be the Holiness and the Mission. Both moving harmoniously to take the boat out to sea ... Both enabling the Church, to shine in the world, as a torch of faith, hope and charity ... Both opening new ways by which the Church meets men , from their restless and often so disoriented hearts, from their needs, from their longings and struggles, from their worries and fears. Both oars must steer the boat of the Church of the Third Millennium with security, determination and promptness in the midst of the great waves that threaten it, but safely guided to the port of God's design by the luminous Star that is the Virgin Stma. Sailors, before the age of electronics, relied on stars to chart their course in the vast ocean. Hence the analogy with the Virgin Mary who, as the star of the sea, guides us through the difficult waters of life towards the safe harbor that is Christ. "We have seen a river of living water spill over the Church" (SS JPII) The Holy Spirit has been poured out as

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