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03 de septiembre de 2021

La humedad es un gran enemigo del hogar por fuera y por dentro. Desde goteras, hasta lluvias (la temporada está próxima a llegar por lo que hay que ser precavidos) pueden provocar grandes y olorosos daños en algunas superficies, como por ejemplo, en tu alfombra preferida. 

Para evitar estos molestos daños, te explicamos cómo evitar y solucionar de una vez por todas los desagradables olores que guarda tu alfombra.

Maneras para eliminar malos olores de una alfombra

Más que maneras o formas de solucionar los problemas de olores en tu alfombra, existen unas geniales y simples ideas prácticas con cosas que ya se tienen en el hogar para desaparecer el olor a humedad, el de comida o el de mascotas que se encuentra impregnado en ese bello elemento decorativo que tanto te costó. También, este problema puede causar la aparición de hongos, ácaros y podrían activar alergias si no se dan los cuidados correspondientes a la alfombra.

Para decirle adiós a esos terribles aromas que salen de tu alfombra (o saber con exactitud cómo manejar los malos olores la próxima ocasión), hay tres cosas que se pueden hacer:

1. Pasa tu aspiradora: Sabemos que este no es el gran truco esperado, pero es realmente práctico porque de esta forma se limpia la alfombra en seco y no se remueve solamente el olor, sino lo que lo está causando como partículas de polvo.

2. Ponla a lavar: Ya sea a máquina o con un lavado a mano y agua fría, hongos y moho desaparecerán de tu alfombra favorita. 

3. Limpia manchas directamente: En ocasiones, no es toda la alfombra la que se ve comprometida, por lo que tratar directamente un problema visible (u oloroso) es la táctica a emplear. Para no humedecer completamente tu alfombra en baños de agua, utiliza bicarbonato sódico que absorberá las partículas y así regresará el esplendor y neutral aroma a tu elemento decorativo.

¿Cómo evitar futuros olores en la alfombra?

Se podría pensar que los cuidados de una alfombra son tediosos, pero verdaderamente, es muy sencillo evitar olores de humedad en ella.

Por ejemplo: puedes intentar ventilarla de vez en cuando, en temperaturas bajas, y que le dé Sol. También es importante saber que guardar una alfombra trae consigo esos desagradables aromas que queremos evitar, si se almacena en un lugar húmedo y oscuro, sin ventilación apropiada. ¡Uno mismo crea hongos en su alfombra favorita y ni cuenta se da!

Otra recomendación es adquirir un desodorante para alfombra o crear uno propio. El mercado cuenta con gran variedad de aromatizantes (que también se encargan del polvo para los que sufren de alergias) hechos especialmente para un elemento decorativo como este. Si prefieres crear uno propio, con tan solo dos ingredientes se obtendrá un desodorante. Un aceite esencial al gusto y bicarbonato de sodio harán el trabajo.

Ahora que sabes que cuidados requiere una alfombra ya sabes qué hacer y qué no hacer. 

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