TLAOLI - Estudio de Diseño y Artes Plásticas - 04640 Ciudad de México

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Es mi parto, en mi cuerpo, para mi bebé. Aunque la ciencia ha logrado grandes avances en el conocimiento y atención de un parto, no tiene todas las respuestas. Aún hay mucho por aprender y es imprescindible tomar en cuenta el factor humano. El trato y el lenguaje que usamos en torno a un embarazo deberían de mostrar respeto y hasta veneración hacia la mujer y la vida que lleva en su interior. Y una forma de hacerlo es escuchar sus opiniones con calma y atención, preguntarle qué es lo que desea y cuáles son sus necesidades sin tratar de imponerle otras ideas. Al cambiar la actitud sobre el embarazo y el parto, la futura mamá podrá sentirse cómoda con su cuerpo y confiar en sus capacidades corporales y emocionales. Después de todo, el nacimiento del bebé es una responsabilidad personal que no se debería delegar en nadie. A las futuras madres les corresponden las decisiones acerca de cómo, con quién y en dónde parir. Y no hay recetas que apliquen a todas por igual, pues cada mujer es única y cada embarazo es diferente. Si se integran todos estos factores: respeto, amor, y la convicción de estar haciendo lo mejor para el bebé, el desenlace tendrá altas probabilidades de resultar en una experiencia positiva e inolvidable que estreche los lazos familiares y deje profundas enseñanzas en todos los que participen.