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La mayoría de nosotros (si no es que todos) hemos escuchado hablar sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Sin embargo, pocos sabemos del efecto negativo que ocasionan sobre el medio ambiente y, de paso, en nuestra salud. Por ejemplo, las exposiciones prolongadas a emisiones de CO2 pueden ocasionar distintas molestias físicas como alergias o irritación de ojos. Pero, lo más grave llega cuando se convierte en un detonante, o causante principal, de enfermedades como bronquitis o asma. Y, si pensamos en cuestiones ambientales, el dióxido de carbono es un gran contribuyente al calentamiento global, un fenómeno que se manifiesta en distintas formas. Una de éstas es que la media de la lluvia y nieve que cae en todo el mundo ha aumentado en los últimos años, causando inundaciones que han devastado ciudades enteras.

Según distintos estudios, hay tres principales causantes de este tipo de emisiones en todo el mundo: 1) Transporte; 2) Servicios públicos que utilizan electricidad, gas y petróleo y 3) Producción industrial. En este sentido, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el estudio Consumo de Energía y Emisiones del CO2 del Autotransporte en México y Escenarios de Mitigación, revelaron que en 2012 el transporte en México representó el 39% de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la producción y uso de energía; de ésta cifra, el 92% fue contribución del auto-transporte. Esto significa que todos los que utilizamos el automóvil todos los días contribuimos (en mayor o menor medida) a que esta cifra se convirtiera en un problema ambiental.

A pesar de los graves problemas que puedan ocasionar las emisiones de CO2, hay una manera en la que muchos ciudadanos pueden ayudar: sustituir el transporte privado por transporte público. Específicamente por los Autobuses de Transporte Rápido, ya que, por sus características, son una alternativa viable para trasladarse de un punto a otro de una manera rápida, segura y (lo mejor) menos contaminante.

Para 2050, 80 % de las emisiones del autotransporte provendrán de la quema de gasolina, 19 % del diésel y 1 % del GLP. Y, otro dato: la mayoría de los Autobuses de Transporte Rápido utilizan diésel como combustible.