YOURBRAIN Management Consulting - 11000 Ciudad de México

Qué tipo de promesa eres en tu familia, con tu pareja y tus hijos; qué comprometes y cuál es la seriedad de tus promesas? Me imagino una conversación con mis hijos respecto al tipo de promesa que soy para ellos y quisiera creer que sus respuestas serían algo así como: prometiste estar y dar soporte y lo cumpliste, dijiste que valoras la preparación y pusiste los medios para que tuviéramos la que necesitábamos para trazar nuestro futuro, dijiste que construiríamos juntos un hogar de amor, valor, respeto y reconocimiento y lo tenemos... suponer es solo partir de mi propia evaluación, por lo que me daré a la tarea de conversar con ellos para saber las promesas que pacte y la forma en que me he comprometido para lograrlas.

Cuando empeñas tu palabra, la otra persona está esperando que la cumplas, desde algo tan simple, como haber dicho que el sábado íbamos al cine, hasta entregar un proyecto, el día que acordaste hacerlo.

La credibilidad, respeto y valor como persona, está en función de los compromisos que cumplimos. El reconocimiento de lo que somos y de las posibilidades que tendremos, dependerán de la forma en que hayamos construido nuestra identidad y de lo que otros crean acerca de nosotros; ¿te imaginas las puertas que se abrirían si nuestra imagen es sólida, congruente, de cumplimiento y por el otro lado, las que se cerrarían sí consideran que no podremos ser tomados en cuenta por la falta de seriedad en nuestras promesas?

¿En tu trabajo, eres la promesa que vieron en ti el día que te contrataron?, la sigues siendo hoy en día; sigues generando respuestas de valor ante los compromisos que adquieres; dices SI cuando realmente te vas a encargar de lograrlo; aceptas que hay momentos en los que NO vas a poder cumplir y lo dices para no dañar los resultados del equipo; honras tu palabra?

Ser la promesa que dijiste ser y cumplirla consistentemente te generará una identidad pública sólida, confiable y es factor de éxito en tu trayectoria por la vida.

Esta es una invitación a revisar con qué realmente te quieres comprometer, en qué quieres empeñar tu palabra, a qué si estás dispuesto y cuáles iniciativas vale la pena emprender. ¿La aceptas?

Hasta la próxima.