La Fonda 103 - 64986 Monterrey

Todo pinta a que estara delicioso y pasaras un desayuno increíble, pero NO, 1 HORA PARA PASAR Y 1 HORA 10 MINUTOS EN LLEGAR NUESTRA COMIDA, muchos clientes molestos, todas las mesas sin comer, pareciera que no hay staff en cocina. Bueno al menos el cafe de olla es nuu bueno.

Una propuesta grandiosa para ir a desayunar es en la Fonda 103 , sus platillos son exquisitos, con gran cuidado en su preparación desde una concha con nata hasta el platillo de chicharrón con unos huevos montados , con champiñones al ajillo y nopalitos , bien servidos con sus tortillas de harina y de maíz , sus salsas deliciosas y el café recién hecho , rico. La decoración es agradable y cuando hace frío está bien aclimatada , si prefieres estar afuera , te ponen el fogón , súper agusto volveré nuevamente.

Está agradable el lugar, pero los baños estaban sucios, y los chilaquiles q yo ordene no estaban tan ricos les falta q les pongan huevos porq solo es tortillas doradas con queso crema y salsa y les falta un poco de sabor. El café y los jugos están bien son refil. Muy bonito la decoración del lugar

Agradable la terraza en la mañana (antes de las 10, en domingo casi se llena) El almuerzo muy bien, ordené el croque madame y superó mis espectativas la verdad. MI familia pidió omelete y huevos tradicionales. Todo muy bien. Excepto el café, bastante regular.

Un ambiente relajado muy buena atención por parte de los meseros y un gran balance valor - precio. ¡El café de olla está increíble!

El lugar esta muy bonito. El servicio por parte de uno de los meseros es muy bueno, sin en cambio las señoritas meseras, no te atienden, no retiran los platos sucios de la mesa, Los chilaquiles no tienen sabor El café de olla está extremadamente dulce, al punto de no poderse tomar Les pedí un huevo en los chilaquiles y me lo dieron todo feo, todo lo contrario a lo que pedí El lugar esta precioso, si mejorararan el servicio, todo estaría excelente

Delicious!!

El moes es un restaurante súper rico y bueno también los tacos son para chuparse los dedos An alphabet is a standard set of letters (basic written symbols or graphemes) that represent the phonemes (basic significant sounds) of any spoken language it is used to write. This is in contrast to other types of writing systems, such as syllabaries (in which each character represents a syllable) and logographic systems (in which each character represents a word, morpheme, or semantic unit). The first fully phonemic script, the Proto-Canaanite script, later known as the Phoenician alphabet, is considered to be the first alphabet, and is the ancestor of most modern alphabets, including Arabic, Greek, Latin, Cyrillic, Hebrew, and possibly Brahmic.[1][2] Peter T. Daniels, however, distinguishes an abugida or alphasyllabary, a set of graphemes that represent consonantal base letters which diacritics modify to represent vowels (as in Devanagari and other South Asian scripts), an abjad, in which letters predominantly or exclusively represent consonants (as in the original Phoenician, Hebrew or Arabic), and an "alphabet," a set of graphemes that represent both vowels and consonants. In this narrow sense of the word the first "true" alphabet was the Greek alphabet,[3][4] which was developed on the basis of the earlier Phoenician alphabet. Of the dozens of alphabets in use today, the most popular is the Latin alphabet[5], which was derived from the Greek, and which many languages modify by adding letters formed using diacritical marks. While most alphabets have letters composed of lines (linear writing), there are also exceptions such as the alphabets used in Braille. The Khmer alphabet (for Cambodian) is the longest, with 74 letters.[6] Alphabets are usually associated with a standard ordering of letters. This makes them useful for purposes of collation, specifically by allowing words to be sorted in alphabetical order. It also means that their letters can be used as an alternative method of "numbering" ordered items, in such contexts as numbered lists and number placements.